El domingo cambiaban la hora en Estados Unidos, una semana más tarde que en Europa, así que pudimos dormir nuestras 7 horitas y aún así salir pronto de la zona aeroportuaria de Toronto para hacer camino. Por delante nuestro, al menos nueve horas de coche.
En nuestro camino: miles de controles de policía. Según James se dedican a patrullar las autopistas y parar a todos los que van rápido.
Y ciervos muertos.
Y algún que otro policía que no se pone chaleco reflectante para poner multas:
Sin embargo, las  cosas fueron complicándose, porque. como os dije, solo contábamos con un mapa viejuno del estado de Nueva York y a la vuelta no íbamos a pisar ese estado. Así que seguimos las instrucciones de Google Maps sin cuestionarlas mucho. Hasta que acabamos en la carretera 6 business, que en vez de servirnos de puente entre dos autopistas nos llevó durante una hora al menos por medio de pueblos. Sin embargo, cuando parecía que veíamos la luz porque encontramos la carretera que andábamos buscando, aun nos metimos más adentro en la Pensilvania rural.
Yo, que iba conduciendo (y esta vez muy bien, aunque James considere intolerable girar a la izquierda cuando estaba en el carril de al lado, que en principio seguía recto), me limitaba a seguir todo recto. Dejamos de ver casas y signos de civilización. A cambio la luna brillaba más y se reflejaba en las copas de los árboles y las montañas que nos rodeaban. Perdidos en nowhere, vamos.
Acabamos en un pueblo preguntando cómo llegábamos a New Brunswick, New Jersey. La respuesta se repetía: Oh my goodness! Eso sí, nos dieron instrucciones del tipo "cuando llegues arriba de la colina, gira a la derecha" (os recuerdo que había montañas en plural). Finalmente, y con unas tres horas de retraso, llegamos a la ansiada I-81. Luego ya solo nos quedaría salirnos de la autopista una vez porque James se despistó y cruzar dos pueblos para llegar a New Brunswick. Qué pena que durara tan poco.
Moraleja: comprobar SIEMPRE las instrucciones que da Google Maps. Google será un dios, pero los dioses también se equivocan.
Lección: He aprendido a conducir un coche automático y sé frenar con ambos pies... :-)
Lo mejor: que he disfrutado muchísimo estando con amigos, y que he ido a otro país (aunque no me he comprado aún el parche con la banderita, y debería).




 
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