domingo, 21 de diciembre de 2008

VUELVO A CASA, VUELVO (I)

Alegría y tristeza. Que sí, que no. Después de tres meses, la mayoría de los Erasmus volvemos a casa, como el turrón. Volvemos con la familia, los amigos, los novios, y dejamos a nuestros amigos, nuestra pequeña familia.

Y todo cambia. Porque de repente tu ciudad ya no es tan tuya, porque los olores son diferentes, los sonidos también y hasta el sol te deslumbra porque brilla más fuerte. De repente ya no vives sola, tienes alguien con quien hablar, hay un teléfono que no para de sonar, el telefonillo suena y sabes que no serán Carolina, Miguel, Damian ni Reyhan.

Pero como decía, también hay alegrías. Como la prima pequeña que nada más verte te salta a los brazos y te da besos, como la madrina que (me la juego a que) hoy me tiene media hora abrazándome, como la alegría de mi iaia al verme, o la de mis padres que por fin tienen una hija en casa,… Y la reunión (parcial) de las chicas o los ojos sonrientes de Vicente =)

La comida vuelve a ser española… bravas, embutido, arroz al horno, paella (espero que pronto), cocidos futuros, orxata i fartons, queso… Qué fartera soy, madre mía, esto no se olvida… Y vuelvo a poder calentarme la leche por las mañanas, a preparar una lasaña congelada porque tengo horno, a dormir en una cama blandita, a mirarme en el espejo como dios manda y a meterme en una bañera con agua calentita...

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