Mi primer Halloween en Estados Unidos. Cuando salí de RockOff Hall, en el mostrador de seguridad había un cesto con chocolatinas que decía “Treat or Trick”. Lo mismo se repitió en cada edificio de la universidad al que iba, pero lo curioso es que en vez de tener caramelos, lo que ofrecían eran barritas de chocolate tipo Mars, Snicker o incluso M&M´s.
Después de la que cayó el sábado, cuando el lunes fuimos a clase todo estaba blanco. Además, como el domingo había hecho sol, todo se estaba descongelando y todas las carreteras, aceras e incluso las entradas de los edificios. Llevar botas de agua es imprescindible, porque a veces para subir a los buses necesitas meter los pies en un charco de casi un palmo de profundidad.
Sin embargo, no todo el mundo se da cuenta de eso .Y por ir a la moda, llevando unas UGG, que son unas botas de ante con interior peludo. Pues esas botas también las venden en modo zapatillas de ir por casa, y quedan monísimas con los pantalones de pijama que también se llevan aquí.
En cualquier caso, al final mi plan de ir a Nueva York salió adelante y me pude pelar la clase de Interpretación con la conciencia tranquila (en el fondo me da pena, porque me lo paso muy bien en clase). Ervin, el encargado de mi piso de la residencia, me dijo que si queríamos podíamos ir con él en coche a West New York y cenar en un restaurante colombiano. Lo conocí nada más llegar a RockOff porque identificó mi acento a la primera palabra, porque él es colombiano, así que por supuesto le conté lo que me gustó la bandeja paisa, y me dijo que me llevaría.
Aquí estamos, muertas de hambre, esperando la cena:
En el restaurante había muchísimas familias con niños disfrazados. Me hizo muchísima gracia que, mientras esperaba para entrar al baño, una mujer de la cola me pidió que por favor no mirara a su hija pequeña (que tendría dos-tres años máximo y llevaba una peluca rubia por el culo) porque le daban miedo los esqueletos. De hecho, estaba acojonada porque había un esqueleto de papel en la pared del baño. Así que durante toda la espera me tocó estar mirando hacia el techo o el restaurante.
Aquí tenéis los platos (ya sabéis que la comida me pierde, así que no he podido evitarlo). Ensalada con gambas empanadas:
Ensalada con chicharrón:
Chicharrón con vegetales:
Chicharrón con arroz y papas fritas, mi plato. Estaba delicioso.
Aparte, las chicas estábamos alucinadas porque toda la avenida donde estaba el restaurante estaba llena de niños disfrazados cargados con mini calabazas de plástico repletas de chocolatinas y caramelos.
Aparte, las chicas estábamos alucinadas porque toda la avenida donde estaba el restaurante estaba llena de niños disfrazados cargados con mini calabazas de plástico repletas de chocolatinas y caramelos. De hecho, me llamó la atención que los niños se metían en cualquier sitio a pedir caramelos: restaurantes, zapaterías, tiendas de accesorios, de veinte duros,… Algunas tiendas se quedaron sin existencias:
Después de cenar, Ervin nos dio una vuelta por el barrio, enseñándonos dónde estudió, una panadería colombiana de donde ya hemos probado el pan de queso. Y llegamos a la orilla del río Hudson, donde nos quedamos sin palabras al ver las vistas de Manhattan. Era espectacular:
Y ya nos fuimos las chicas para NYC, donde teníamos prisa por llegar al desfile, que había empezado hacía más de dos horas.
Nos subimos al metro sin darnos cuenta de que era un exprés, y como estábamos entretenidas haciéndole los coros a un lobo con chupa de cuero que cantaba fenomenal, nos pasamos unas cuantas paradas.
Pero llegamos, y aquí os dejo algunas fotografías de los disfraces:
Éste iba de Holy shit! y llevaba un váter pegado al culo.
Esta chica iba pintada de arriba abajo, no es ropa.
Esta foto es muy graciosa porque la chica de la foto es coreana y al menos todas las chicas que he conocido de ese país durante estos dos meses son muy modositas. Como para que Ju Hyeon no usara mis camisetas de tirantes blancas porque tenían mucho escote. Pues bien, yo me estaba riendo del disfraz, y la veo quieta mirándome sin entender. Le expliqué lo que era (what boys have between their legs), asintió y cuando le dije que si quería una foto me dijo que sí. Ahí me quedó claro que NO me había entendido.
De hecho, al subirla a Facebook sus amigos coreanos han empezado a decir que vaya amigos se había hecho en Estados Unidos, y ella ha respondido que de verdad, que aún no sabía lo que era, a lo que le han respondido “es demasiado grande como para creerte”. Ja, ja, ja, ja.
Seguimos con los lecheritos, un traje típico de la República Dominicana.
Este disfraz de bacon me pareció muy grande. Está hecho con esponja pintada de rojo.
Aquí tenemos un ejemplo del típico disfraz de Halloween que se vende en las tiendas de disfraces y que las estudiantes internacionales nos hemos negado a llevar. Las estadounidenses, como veis, no solamente se lo ponen, sino que además posan para que desconocidos les hagan fotos (no posaban para mí).
Y por último, para los valientes que hayáis llegado hasta aquí, he de confesar que mi calabaza al final no ha sobrevivido en buen estado, porque una de las sujeciones se soltó y se ha ido encorvando poco a poco. Aparte, se han llenado de moho, así que Morna y yo tuvimos el honor de darles el entierro que se merecían: un solemne viaje al trashroom.

Holy shit! Qué asco! (Arantxa)
ResponderEliminarquién fuera Halloween para que te perdieras una clase por él (anónimo)
ResponderEliminarla foto de la coreana con lo que los hombres tienen entre las piernas... impresionante :) increíble que todavía no se dé cuenta.
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