Habían avisado que el sábado, quizás, nevaba un poco, pero yo creo que ninguno de los estudiantes internacionales nos lo tomamos muy en serio. Cuando nos levantamos llovía, y a los cinco minutos vimos caer los primeros copos. Claro que no cuajaba... o espera, ¡sí, sí, sí se queda!
Morna estaba muy emocionada, porque era la primera vez que veía nevar, e insistía en que saliéramos de casa corriendo. Así que la primera foto del post de hoy es para ella:
Como unas señoritas, les dije a todas mis room mates que cogieran paraguas, porque además hacía mucho viento, y nos fuimos a esperar al autobús para ir al Tailgate o fiesta pre-partido que la oficina de Relaciones Internacionales nos había organizado. Nos habían dicho que habría barbacoa, y a eso no se le dice que no ni aunque nieve. Con ganas.
La verdad es que llegar fue una aventura, y pasamos bastante frío.
Aquí tenemos a Morna, Dohee y Mary:
Al final, como nevaba, cambiaron el lugar de la fiesta, y estuvimos dentro de la oficina, en los despachos. Los pobres coordinadores se salían a turnos a un porche donde habían puesto una barbacoa portable y allí nos hacían los perritos calientes y hamburguesas. La verdad es que, teniendo una cocina (recordad que aquí las oficinas son casas de verdad), no sé por qué no la utilizaron... En la imagen, Carrie, mi coordinadora:
Y aquí algunas de las tragonas :-) Nos dieron también tarta de manzana y de calabaza, además de una bebida llamada cider, hecha con zumo de manzana, aunque claro, nos dieron la versión sin alcohol. Wikipedia dice que la traducción es sidra, pero a mí no me supo a sidra.
Y en un puntazo que aún no me explico, acabé yéndome al partido de fútbol con Chris, Vicente y María. Nevaba cada vez más, y encima yo no me había llevado la gorra nueva de Rutgers, así que o llevaba unas gafas mojadas y no veía, o me quitaba las gafas y no veía. Al final decidí alternar.
Aquí tenéis una foto del campo nevado:
Y aquí una nuestra. Fijaos en la nieve que cubre los bancos donde supuestamente hay que sentarse... A todo esto, Vicente va así porque se le mojaron las zapatillas por completo y estuvo un buen rato en calcetines abrigándose con el anorak.
Aquí yo de reportera intrépida, que es como me sentía, porque ya me diréis quién me mandaba a mí ir ahí...
Estábamos en las gradas al lado de la banda, que tocó la última canción de Lady Gaga :-)
Y me bajé un momento al campo a ver a las animadoras. Esto no os lo imaginábais, ¿a que no? Pues me parece muy bien que les dejen abrigarse como toca, porque para qué pasar frío...
Y el que sí pasó frío era Vicente, que al final ni se sentía los pies. Cómo los tendría que nos fuimos a una zona donde no daba el viento, se quitó los vaqueros empapados y, mientras María y yo íbamos a comprarle chocolate caliente y le secábamos las zapatillas en el vestuario, estuvo corriendo en el sitio un cuarto de hora. Luego le convencimos de que lo mejor era irnos. El vestuario, por cierto, estaba lleno de chicas secándose los calcetines, los guantes e incluso el pelo.
Por la noche, ya secos y calentitos, comenzó la siguiente prueba del día: llegar hasta una fiesta a la que nos habían invitado (a los estudiantes internacionales en general, porque yo al dueño de la casa sigo sin conocerlo, y era la segunda vez que iba). Disfrazados, tuvimos que apretar y estrujar a los demás hasta conseguir meternos en un bus. En la foto no se ve, pero toda esa gente iba disfrazada.
Y llegamos a casa de Will. Aquí tenéis una foto hecha con flash:
Y aquí una foto sin flash de lo mismo. Toda la casa estaba iluminada solo con estas luces, de forma que todo lo blanco y fosforito brilla, algo que aprovechan llevando subrayadores. Yo, que iba de pirata, acabé haciéndome alguna brecha en la cara con subrayador, y a Morna le hice las pequitas para que se vieran más. En las paredes también había alguno que dibujó.
Y aquí estamos todos volviéndonos a casa:
Mi parche era dibujado, así que cada vez que me hacía una foto me tocaba guiñar el ojo para que diera el pego.
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