Me voy a Mainz el 30 de septiembre, así que tengo la suerte de poder organizar mi marcha tranquilamente, algo que muchos de mis compañeros no han podido hacer. La universidad se ha encargado de buscarme alojamiento (aunque no me han dicho dónde viviré hasta hace unos días), me he apuntado a un curso de alemán intensivo para los primeros días, he mirado ya las asignaturas que ofertan, etc.
Hoy, además, me voy a mi nueva ciudad con Vicente, mi novio. Queremos ver cómo es la ciudad, ver la residencia, averiguar cómo se llega desde el aeropuerto más cercano,… en fin, es una primera toma de contacto, para que luego, cuando el 30 vaya a quedarme no sea todo tan nuevo. Además, me sirve para dejar ya los primeros trastos (véase: dos maletas) por allí y no ir tan cargada (véase: otras dos maletasJ) en mi traslado definitivo.
Nervios, nervios y más nervios. Bueno, y un poquito de alegría porque ya queda menos para probar el Erasmus en mi propia piel, y otro poquito de tristeza porque ya queda menos para irme de Valencia.
Seguro seguro seguro seguro que te lo pasas más que bien. Sigo pensando que nos sirvió ese viaje para algo más que para pasar frío, que ahora ya te conoces más la ciudad.
ResponderEliminarTe voy a echar muchísimo de menos, pero realmente Alemania no está tan lejos... No nos veremos tantísimo como hasta ahora, pero si eso sirve para que cumplas un sueño, lo soportaré, jeje.
Espero que no te vuelvas a perder por las calles de esa ciudad a las doce de la noche y bajo el manto de frío.
Te quiero muchísimo, Mar!