martes, 25 de noviembre de 2008

DE LA CAPITAL (AUS DER HAUPTSTADT)

El viaje a Berlín empezó como cualquier otra actividad erasmusiana: con prisas porque llegábamos tarde. Sophie, Carolina, Miguel y yo quedamos a las tres de la madrugada para irnos al aeropuerto. Algunas habíamos dormido un par de horas, pero otros se quedaron en vela, condenados a hacer los ejercicios de física, a fregar y a recoger toda la leonera en la que se ha ido convirtiendo su casa durante la última semana. Así que a esas horas inhumanas cuatro chicos recorrieron el camino a la estación arrastrando las maletas, intentando presumir de ello ante los vecinos con el traqueteo.

Ya en la capital, lluvia. Lluvia, lluvia y más lluvia. Sophie y Carolina comprobaron que había sido una buena idea llevarse los pantalones que se meten bajo las botas, y Miguel y yo no tuvimos más remedio que adoptar la moda de los pesqueros; una moda que se volvió a repetir cuando nevó.

Porque nevó y cuajó (la nieve no llega a cuajar der Schnee bleibt nicht liegen). Ya hacía frío cuando llegamos, pero la nieve trajo temperaturas aún más bajas, así que además de la moda del pesquero, tuve que aceptar la de llevar el pantalón del pijama bajo el pantalón normal. Y cual cebollas salimos a descubrir (de nuevo) Berlín.

Entre los gritos de Sophie de que no perdíamos el tiempo y no veíamos casi nada (y sus grititos de emoción y sus andares alegres cuando pensaba en el Pergamonmuseum, en el Bodemuseum o en la Philharmonie) y las comidas rápidas de pasta asiática, el tiempo ha pasado como en un abrir y cerrar de ojos.

Además de las típicas visitas, gracias a los contactos de Miguel y Carolina hemos ido al campo de concentración nazi de Sachsenhausen y hemos visitado una casa de un estudiante alemán (y qué peazo casa, madre mía), colarnos en su fiesta de cumpleaños y encima ser el alma de la fiesta… Que allí quienes bailaban, preparaban chupitos de tequila con limón y jugaban al futbolín con la emoción de los niños éramos los españoles. Y con la compañía de “Pera”, un barcelonés con el que practiqué valenciano. Olé.

El amigo Luciano (de Miguel), que trabaja en la embajada española, nos invitó a tomar un café y un trozo de pastel cerca de la Ópera. Y yo que llegué con un cartón lleno de pasta asiática (mi comida) de tres euros a la cafetería en la que cada porción de tarta costaba cinco… Ayayayayayyyy subimos de categoría por un momento :) y también está bien cambiar de aires un poco.

Otra de las visitas exclusivas del viaje fue a la embajada española, durante la cual nuestro país nos invitó a tomar un té de hinojo con pastas de IKEA. Desde el despacho de Julián, con el sol calentándonos la cara y con la vista del Zoologischer Garten abajo, allí estábamos nosotros saboreándolo. Miguel con la chaqueta de un porreta y todo.

Pero lo que más juego nos ha dado ha sido el albergue. Encontramos uno en el que, por cinco euros y medio cada noche, podíamos dormir compartiendo habitación con cuatro personas más. Así conocimos a los portus, que están haciendo Erasmus en Lituania ¿? y para nuestro ridículo sabían muy bien español.

Estábamos durmiendo la siesta los cuatro en dos camas cuando llegaron, y Sophie y Carolina se despertaron y comentaron que uno de ellos tenía un buen culo. No estaba claro de qué país venían, pero al cabo del rato se dirigieron a nosotros en español. Y luego demostraron que habían entendido lo del culo. Ja, ja, ja qué risas.

La primera noche también tuvimos la compañía de un punk, pero siempre estaba en silencio y se ponía películas en el ordenador. Más adelante, este personaje fue sustituido por el asesino: un chico que iba de negro, con pelo largo y que parecía estar drogado. Cuando llegábamos a las siete estaba durmiendo, por la noche se iba y no volvía hasta las seis más o menos, y cuando nos íbamos por la mañana se quedaba durmiendo. Y si nos oía y se despertaba, cogía la cerveza que se había traído a la habitación, la miraba (como para comprobar que no nos la habíamos bebido) y la volvía a dejar en el suelo. Extraño.

La vuelta a casa (Mainz) también fue significativa. Estábamos en el metro cuando se subieron ocho chicos jóvenes que gritaban alto, llevaban botellas de vodka y fumaban. A Miguel le dieron un golpe al salir de donde estaban ellos y ducharon a todo el vagón con vodka. La gente no dijo nada, se limpiaba el alcohol en silencio y se cambiaron de sitio. Ellos lo aprovecharon para sentarse y asustar a la pobre mujer que se quedó a su lado. Un par de paradas más tarde se bajaron…

Ya en el aeropuerto, casi nos toca a Sophie y a mí facturar la minimaleta que llevábamos. Nos hicieron meterla en la caja de metal que tiene las dimensiones permitidas por Ryanair y, aunque cabía, había que luchar para conseguirlo. Y según la mujer no podíamos llevarla de equipaje de mano porque no cabía “confortably”.

Qué cabreo, porque además le empecé a hablar en alemán y me contestó en inglés, así que me cambié; y cuando me puse nerviosa volví al alemán y no se le ocurrió otra cosa que soltar que si ahora de repente ya sabía alemán. “Perdona, pero te he hablado desde el principio así y eres tú la que me ha cambiado”. Y tan rápido como pude.

Hablamos con la del mostrador de Ryanair, le enseñamos que sí cabían y nos dejó pasar. Prueba superada, pero por poco. Y eso con la maleta verde que querías llevarte, papá, que si llega a ser con la de El País facturo fijo.

Aterrizamos en Frankfurt-Hahn todo nevado. La capa era gruesa, la justa para poder hacer una pequeña pelea de bolas de nieve (Schneeflockenschlacht). Resulta que en Mainz había nevado el día anterior, y nos lo hemos perdido. Pero bueno, una alegría más para cuando nieve de nuevo.

Así que el viaje, como el resto de actividades erasmusianas, acabó con nosotros más felices que una perdiz y con muchos momentos que vale la pena no olvidar… :)




Posted by Picasa

2 comentarios:

  1. Jajaja... A Lituania te vas a ir tú!!! Era en Eslovaquia! Y la verdad que una país de otro no está lo que digamos cerquita :P jejejej!!!!

    Pues sí, fueron buenos días... A ver si repetimos guapa!!!! un besazoooooooo

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  2. Jajajajajaja... lo escribí pensando que no estaba del todo segura... XD Ayayayayayyyy

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