El domingo pasado me fui de excursión a Marburg, donde durante el segundo fin de semana de julio se celebra la fiesta más importante de todo el estado de Hessen. Durante tres días, todo se llena de gente, tenderetes y puestecitos. Bisutería, chapas, información política,… Fui con la lección aprendida, porque el día anterior hice para clase un reportaje para la un programa de radio sobre la fiesta.
Y a mí está claro que con que haya una fiesta ya no hace falta darme más razones para ir, pero además allí vive Steffi, una amiga que conocí en Estrasburgo durante la simulación del Parlamento Europeo. Nada más comer en su casa nos fuimos hacia el centro a ver qué tal estaba el ambiente.
Solo diré que en la ciudad (de unos 60000 habitantes) había repartidos diez escenarios con diferentes tipos de actuaciones musicales en cada uno. Música para todos los gustos. Subimos al “castillo” a ver las vistas y acabamos dando un paseo por el parque. Se me iban los ojos detrás de los collares, las lámparas árabes de piel y cualquier cosa de colorines en general… Al crêpe de nutella sí que no nos pudimos resistir.
Más tarde bajamos a orillas del río Lahn, que cruza la ciudad. Allí tiene lugar la competición de velocidad de unos barcos que, gracias a 32 personas que reman al ritmo del tambor del guía, recorren 500 metros en poco más de un minuto. Antes de ver la final, probamos a jugar con un hula hoop (juguete que, según acabo de leer, cumplió el año pasado cincuenta años). Tanto me gustó que acepté pagar un euro para una tómbola y me cambiaron lo que me había tocado por un increíble hula hoop desmontable del McDonald’s. Hace un par de días lo probé y no me dura ni diez segundos…
Al día siguiente, James y yo nos fuimos de excursión a los estudios de la segunda cadena de la televisión alemana, la ZDF (o Zweites Deutsches Fernsehen). Los estudios centrales están en Mainz y no nos queríamos perder la ocasión. Después de una aburridísima charla de un pez gordo de la cadena, nos llevaron a ver los estudios. Un escenario al aire libre para un programa veraniego, una piscina gigante para otro, y los tres estudios de interior.
Uno de ellos es completamente nuevo y construirlo ha costado 30 millones de euros. Lo ves y no parece nada especial: una mesa gigante con un fondo enorme verde croma. La idea es que pueden proyectar cualquier imagen, superponiéndola incluso al suelo. Lo malo es que elaborar una escena así puede costar entre uno y dos días, así que no está claro qué pasaría si a mitad telediario llega una noticia urgente (tipo Torres Gemelas) y no pueden cambiar el orden… Esta noche han emitido el primer telediario desde el nuevo estudio y la verdad es que queda precioso.
También tuvimos la oportunidad de estar en el programa WISO como público. El programa no era especialmente interesante, pero disfruté como una cría viendo cómo se grababa todo, cómo daba órdenes la regidora, cómo funcionan los prompters (la pantalla que leen los presentadores para saber qué decir),… Lo mejor fue que un hombre llevaba una steady-cam, una cámara que se sujeta al cuerpo mediante un sistema de contrapesos y arneses. Permite a la persona que lo lleva andar, y hasta correr, con la cámara sin que la imagen se mueva… Una pasada la carrera que se pegó el pobre hombre para los últimos planos del programa.
Además, a la salida nos hicimos fotos con las figuras de los Mainzel Männchen, unos niños de dibujos animados cuyas historietas de 20 segundos aparecen intercaladas durante la publicidad de la ZDF. Las fotos las subiré en cuanto las tenga, que se me olvidó la cámara en casa.
El resto de la semana va pasando sin penas ni gloria. Me he convertido en un rata de biblioteca, hasta me he hecho un amigo al que veo todas las santas tardes desde hace algo más de una semana. Y encima no tienen aire acondicionado y aquello parece una sauna. Lo bueno es que, como todo el suelo está enmoquetado, todos nos descalzamos nada más llegar.
Pero, cuando el tiempo no acompaña y brilla un espléndido sol fuera, la universidad nos pone aún más difícil el concentrarnos: ayer había un concierto de un grupo de rock a escasos cien metros (entendía hasta la letra de las canciones a veces) y un grupo de profesores se pusieron a hacer una barbacoa justo debajo de la ventana frente a la que estudiaba. Hasta que descubrí de dónde venía el olor pasé miedo por si era incendio, luego todo se convirtió en una insanísima envidia…
Y hoy me he ido al Museo de Gutenberg con Carol. Johannes Gutenberg inventó la imprenta de tipos móviles en 1450 en Mainz e imprimió unas 250 Biblias en un par de años cuando lo normal era copiarlas a mano. En doce años, la imprenta ya había llegado a la mayoría de los países europeos, entre ellos España. En Valencia fue donde se instaló la primera imprenta (aunque Sevilla afirma lo mismo) y, quizá gracias a eso, se hicieron ciudades hermanadas. Lo que sin duda es cierto es que gracias a que venimos de Valencia hemos entrado gratis :).
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