Fui la primera en llegar y, como véis, me acomodé rápido (antes de que llegara nadie más). La verdad es que la casa mola, tenemos una cocina grande (con horno, microondas, nevera,...), dos baños, una pila cerca de la puerta que hemos bautizado como "el espejo para maquillarse",...
El único problema: que todo estaba vacío. Ni cortinas para la ducha (ni escobilla de váter), ni platos, vasos, estropajos,... Así que, gracias a una amiga norteamericana de Juhyeon, mi compañera de cuarto, fuimos a Walmart [ojo a esta página, donde la gente publica fotos de la gente rara (y de los modelitos que llevan) que se pasean por este supermercado], una especie de Carrefour, y compramos media tienda: dos carros enteros.
Ya no tenemos una casa, tenemos un hogar (y ojito con quien se meta con ella, que mordemos).
(Ya pondré más adelante alguna foto de cómo está ahora, porque la cosa ha cambiado bastante)
Por cierto, una breve pincelada sobre mis compañeras de casa:
- Morna, una australiana hiperactiva y divertidísima de origen chino y que habla MUY rápido.
- Paroma, una inglesa de origen indio que vive con Morna en la otra habitación y que fue la primera chica que conocí. A ésta al menos sí la entiendo siempre...
- Juhyeon, mi room-room mate, una chica coreana con la que me llevo muy bien y que además me deja usar su secador y su crema ;) E intercambiamos joyería :-)
Como mola seguir tus peripecias así. Y que envidia sana.
ResponderEliminarGracias, anónim@, ¡pero firma la próxima vez!
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