Pues sí. No había mejor manera de empezar el curso que con un partido de fútbol, y todo el mismo día. La verdad es que en el campus, por la mañana, se notaba algo en el ambiente. Mucho rojo, mucha sonrisa, ... y mucha cola para recoger la camiseta gratis que nos regalaban a todos los estudiantes. Yo aún tuve suerte, que entre dos clases me pude escapar, pero otros se quedaron sin (de momento).
Nos fuimos, dispuestos a darlo todo, hacia el estadio de fútbol de Rutgers (High Point Solutions Stadium desde que se vendieron, según lo que me comentó un profe esa misma mañana en clase). No hay que pensar en el campus de deportes de la UV, no. Hablo de un estadio, con capacidad para 56.000 personas. Y tampoco hablo de un partidillo entre amigos, el football está tan consolidado que se retransmiten por la tele hasta los partidos interuniversitarios.
Como éste: Rutgers vs. North Carolina.
Nada más llegar al estadio, empezamos a ver que no se trataba siquiera de algo similar al fútbol español. En los alrededores del Mestalla la gente no hace barbacoas, improvisa fiestas y pone a los chiquillos a lanzarse balones:
Al entrar nos regalaron los pompones (el de colorines lo gané en un concurso):
Por supuesto, todo debía ser como en las películas. En la cafetería del estadio solo podías comprar perritos calientes*, bretzel, papas, cacahuetes, nachos con queso y chocolatinas. Ju Hyeon, en la foto, se estrena, pero todos acabamos igual.
*Aquí no los fríen, los hierven. Pero a mí me gustan más los nuestros.
El estadio antes de que empezara el partido (luego la parte de abajo se llenó):
Desde que pedimos las entradas hace una semana decíamos que teníamos que leernos el artículo de la Wikipedia sobre este deporte para no aburrirnos y entenderlo. Como véis, al final no sucedió, y muchos nos cansamos antes de que llegara la primera parte.
(A saber, y según me contaron Peter y Chris, cada partido tiene dos partes, cada una de 20 minutos, aunque ambas están divididas a su vez en dos. Vamos, que en total el partido debería durar, sin pauses, 40 minutos. La realidad: empezó a las 7:30 y a las 11, cuando el primer grupo llegábamos a la universidad, vimos a lo lejos el castillo de fuegos artificiales que anunciaba el fin del partido). ETERNO... Aunque al final les pulimos 48 a 0.
La mascota de la universidad es el caballero escarlata de la foto (Scarlet Knight), que por tanto utilizan como mascota todos los equipos deportivos. De hecho, hay hasta un pub que se llama Knight Club solo para estudiantes de Rutgers.
En las pausas, además de las animadoras (que no lo hacían tan bien como yo pensaba que lo harían después de haber visto la primera temporada de Hellcats) y la banda de música, aparecía el caballero escarlata a amenizar la velada:
Momento eufórico número 2, esta vez con gorra a juego. A Vicente, detrás de mí, le pegaba hasta la mochila:
Y luego, por si quedaba alguna duda, nos fuimos a celebrar la victoria (aunque hubiéramos salido aunque hubiera perdido Rutgers, eso ni dudarlo) a un pub que, los domingos, es karaoke y, entre semana y los findes, un sitio donde bailar y luchar por un poquito de espacio y aire.
Y aprovecho para contaros que aquí, si no tienes 21 años, la edad legal para beber, no te dejan entrar en los pubs. Afortunadamente, todos nosotros somos mayores, pero los de 19, 20 y 21 lo llevan bastante mal. Para beber tienen que ir a fiestas privadas en casas, y esperar que ningún vecino se queje por el ruido no vaya a ser que llegue la policía. Una noche en el cuartelillo ya nos dijeron que estaba asegurada.
Y no, yo tampoco sé por qué Ju Hyeon hace eso con la mano tapándose la cara. Pero lo hace en muchas fotos... Lo mismo es la moda en Corea. Vete tú a saber.

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