domingo, 18 de diciembre de 2011

Una tarde exprés

El domingo, aún a sabiendas de que el lunes tenía mi segundo y último examen, mi mente me decía una cosa y mi instinto o espíritu aventurero y viajero otra. Iba a quedarme en casa, pero acabé desconcentrada y echando un vistazo a la página web de Newyorkology, la guía imprescindible de todo turista en la gran manzana. Y ¡tachán! Por la tarde había, a las siete, un concierto de Navidad gratuito en el museo Guggenheim... El mismo que tenía una exposición chulísima que el día anterior me había perdido por culpa de los andenes del metro de la Lower east side...

Como no quería ir sola, le eché el anzuelo a Morna, que tuvo la fortuna de estar a mi lado "estudiando" como yo:


Y claro, picó. Así que, nada más comer, nos fuimos para allá. Mirad qué vistas más bonitas se veían desde la rampa de antes del Lincoln Tunnel:



Da pena que a las 4 se haga de noche, pero caray, qué bonito. Como ya ambas estábamos en la recta final de días en Nueva York, apurando todo lo que se puede apurar para no llegar tarde al concierto, nos fuimos al distrito East Side, que yo aún no había visitado. Casi me da un patatús cuando, el otro día, leyéndome la guía para ver qué me faltaba por hacer y con qué llenaba mis últimos días en NY, veo que había un distrito entero al que no había ido.

Así que fuimos al FusionArts Museum, que según la guía filosofal valía mucho la pena. Ahí arriesgamos, porque un domingo a las seis menos cuarto, no era de esperar que estuviera abierto. Pero sí. Aunque la verdad es que el exterior nos gustó más que lo que vimos dentro (era una pequeña galería de arte moderno y muy raro).


Y mirando la guía vimos que estábamos a tan solo dos calles del famoso deli Katz's. Es el bar de comida judía más famoso de toda Nueva York, y ya era popular durante la Segunda Guerra Mundial, cuando aún se dio más a conocer cuando un oficial encargó un cargamento completo de salchichones para repartir entre sus tropas el día de Navidad.

Además, es allí donde se grabó la escena de la película When Harry met Sally (Cuando Harry encontró a Sally en español, estrenada en 1989) en la que Meg Ryan simula tener un orgasmo:


El bar estaba a tope, incluso la mesa donde se grabó la escena. Como véis, colgaron un cartelito señalando el lugar exacto y deseando a los clientes que tengan lo que Sally tuvo allí.


Katz's fue fundada en 1888 por un inmigrante ruso y desde entonces allí sigue. Lo más famoso son sus bocadillos de salami, que están literalmente llenos de salami. Tanto que en España diríamos que se come salami con un poquito de pan. Si no podéis ir allá, pero os morís de la curiosidad, también envían los pedidos a cualquier parte del mundo.


Seguimos desafiando al tiempo, pero es que Ju Hyeon nos había recomendado una pastelería llamada Eileen's Famous Cheesecake. Y a eso ni Morna ni yo sabemos decirle que no. Así que nos fuimos para allá tan rápido como pudimos. El lugar es bien pequeñito, pero tienen unos pastelitos de queso con una pinta estupenda. Y de varios tamaños.


Nos comimos las tres tartas en el metro. La chocolate cheesecake y la plain (sencilla) eran increíbles.Ésta es la cara de Morna mostrando todas las expectativas que nos había creado Ju Hyeon...


Y a las siete menos cinco, puntuales como un reloj, aparecíamos corriendo por la esquina de la manzana del Guggenheim. Justo a tiempo. La orquesta y el coro se habían puesto abajo y la gente se había repartido por todo el edificio, asomándose para poder verlo. Y encima las vistas eran geniales debido a que Marizin Cattelan había decidido exponer muchas de las obras que ha creado desde 1989 de una forma muy original: colgándolas del techo. Eso explica el caballo volador:


E incluso la escultura del papa Juan Pablo II, muerto por aplastamiento de una roca:


Así que éste era el aspecto de cualquier lugar de la ramp del Guggenheim. La acústica era una pasada, y cuando encima cantaba todo el mundo villancicos... mágico.


A la salida fuimos a ver las vistas del Reservoir de Central Park. Me parecía uan pena estar a tan solo unos pocos metros y ni siquiera acercarme a verlas (ya estoy en la fase de despedida de Nueva York). A Morna le encantaron.


Después hicimos un segundo intento de ir al barrio alemán a cenar, que según la guía está por la 86th St. entre la 2ª y la 3ª avenida. Finalmente nos convencimos de que solo hay un restaurante alemán en la zona y algunas pastelerías, según me contó Xavi después. Eso sí, acabamos en un restaurante alemán llamada Hallo, Berlin, cercano a la Port Authority Bus Terminal que no se pasaba mucho.

Los barrios visitados son East Side y Upper East Side.

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